30 | Agosto | 2023
Si acabas de abrir un negocio o tienes planes de echar a andar uno en el corto plazo, quizá te estás enfrentando a la pregunta de cómo calcular el precio de venta de un producto. ¡Ya no tienes que preocuparte más! En este artículo te explicamos los elementos que tienes que considerar para definirlo.
Quizá uno de los primeros aspectos que debes tomar en cuenta es que no es lo mismo costo que precio de venta.
En primer lugar, el concepto de costo se refiere a lo que se invirtió para poder obtener o producir el producto. Es decir, en el cálculo de costos se debe considerar lo que se gastó en materia prima, en el trabajo de quienes lo produjeron y todo lo relacionado con el proceso de producción: combustibles, entre otros elementos.
Mientras tanto, si tu negocio se dedica a las ventas minoristas, el costo del producto es el precio que tu proveedor te da cuando las adquieres por mayoreo para revenderlas, pero también los gastos asociados a tenerlas en tu tienda, por ejemplo.
Por su parte, el precio del producto, que es el equivalente a calcular el precio de venta, en términos generales está basado en el costo, más un porcentaje de utilidad o ganancia que se obtiene con la venta del producto y que está determinado por diversos factores que revisaremos más adelante.
Como vimos en la explicación anterior, una forma muy básica de calcular precio de venta es sumar un porcentaje de utilidad al costo, lo que se considera una utilidad bruta. Sin embargo, existen otros factores que es importante determinar para establecer un precio razonable, dentro de un mercado específico. Algunos de estos son los siguientes:
Son los egresos que tiene el negocio relacionados con el proceso de venta, y la operación del negocio mismo: sueldo, pago de rentas y servicios, entre otros.
Estos deben pagarse por la operación del negocio, como es el caso del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y otras contribuciones que dependen de la actividad económica del negocio o del tipo de productos, por ejemplo el impuesto especial sobre producción y servicios, como el caso de los alimentos azucarados.
Es decir qué tanto es solicitado un producto en determinado mercado. Es común encontrar que a mayor demanda, más se incrementa el precio de un producto. Un producto bien aceptado dentro de un determinado mercado, puede tener un precio mayor.
Es importante tomar en cuenta los precios de la competencia para definir el de nuestros productos. Que no sean mucho más altos, ni muy bajos.
Son las características o bondades relacionadas con determinados productos o marcas que están muy bien identificados por el consumidor. Es el caso de las marcas de lujo, por las que los consumidores están dispuestos a pagar más allá de su valor de uso, incluso aunque puedan conseguirlos a menor precio con otros fabricantes o vendedores.
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Una fórmula de costo de venta en la que podemos basarnos es la de Milton Fridman, quien plantea:
La importancia de conocer cómo sacar el costo de ventas de forma correcta, tiene que ver con la rentabilidad y viabilidad del negocio. Es decir, que las ganancias obtenidas sean suficientes para que su operación tenga continuidad, al garantizar el pago de todos los gastos y que su rentabilidad sea la necesaria para que sea considerado un negocio.
Por otro lado, establecer un precio menor al de la competencia, donde no se consideren todos los gastos relacionados, podría generar que, con el paso del tiempo, la falta de dinero haga imposible seguir operando, y también podría repercutir en la percepción que los consumidores tienen de los productos o servicios: dudosa calidad o deficiencias.
Si, por el contrario, los precios resultan extremadamente elevados, comparados con los de la competencia, la respuesta de los clientes potenciales podría resultar poco favorable, sobre todo si no tienen claro los diferenciadores, y se irán a donde les ofrecen un precio menor.
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Para determinar el costo de ventas, la fórmula simple puede partir de sumar el porcentaje de utilidad al costo de producción o compra del producto. Sin embargo, lo que se sugiere es considerar, en el costo, los gastos relacionados con la operación del negocio. Mientras que la utilidad debe estar delimitada por diversos factores del mercado.